(Las Palmas de Gran Canaria, 1843 - Madrid, 1920) Novelista, dramaturgo y articulista español, máximo representante (junto con
Leopoldo Alas «Clarín»)
de las corrientes realista y naturalista en la narrativa española.
Benito Pérez
Galdós
nació en el seno de una familia de la clase media de Las Palmas,
hijo de un militar. Recibió una educación rígida y religiosa, que no le
impidió entrar
en contacto, ya desde muy joven, con el liberalismo, doctrina
que guió los primeros pasos de su carrera política.
Cursó el bachillerato en su tierra natal, y en
1867 se trasladó a Madrid para estudiar derecho, carrera que abandonó
para dedicarse
a la labor literaria. En 1870 apareció su primera novela, La sombra, de factura romántica, a la que siguió ese mismo año
La
fontana de oro, que parece preludiar los Episodios Nacionales.
Dos años más tarde, poco después de la muerte de su padre y mientras trabajaba como articulista para La Nación, Benito Pérez
Galdós emprendió la redacción de los Episodios Nacionales,
probablemente inspirado en los
relatos de guerra de su progenitor, que había participado en la
guerra contra Napoleón. El éxito inmediato de la primera serie, que se
inicia con la batalla de Trafalgar, lo empujó a continuar con la
segunda, que acabó en 1879 con Un faccioso más y algunos frailes menos.
En total, veinte novelas enlazadas por las aventuras folletinescas de su protagonista.
Durante este período también escribió novelas como Doña Perfecta (1876) o La familia de León Roch
(1878), obra que
cierra una etapa literaria señalada por el mismo autor, quien
dividió su obra novelada entre «Novelas del primer período» y «Novelas
contemporáneas». Este segundo grupo se inicia
en 1881, con la publicación de La desheredada. Según confesión del propio escritor, con la lectura de La taberna, de Zola,
descubrió el naturalismo, lo cual cambió la manière de
sus novelas, que incorporarán a partir de entonces métodos propios del
naturalismo,
como es la observación científica de la realidad a través, sobre
todo, del análisis psicológico, aunque matizado siempre por el sentido
del humor.
Bajo esta nueva manière escribió alguna de sus obras más importantes, como Fortunata y Jacinta (1886-1887), Miau (1888)
y Tristana (1892).
Todas ellas forman un conjunto homogéneo en cuanto a identidad
de personajes y recreación de un determinado ambiente: el Madrid de
Isabel II y
la Restauración, en el que Galdós era una personalidad
importante, respetada tanto literaria como políticamente.
En 1886, a petición del presidente del partido
liberal, Sagasta, Benito Pérez Galdós fue nombrado diputado de Puerto
Rico, cargo que desempeñó (a pesar de su poca predisposición
para los actos públicos) hasta 1890, con el fin de la legislatura
liberal y, al tiempo,
de su colaboración con el partido. También fue éste el momento
en que se rompió su relación secreta con Emilia
Pardo Bazán e inició una vida en común con una joven de condición modesta, con la que tuvo una hija.
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