Llamamos Revolución Industrial al cambio fundamental
que se produce en una sociedad cuando su economía deja de basarse en la
agricultura y la artesanía para depender de la industria. Localización:
La Revolución Industrial nace en Gran Bretaña y se extiende luego al
resto de Europa. Antecedentes: La economía existente antes de la
revolución industrial estaba basada en el mundo agrario y artesanal;
tres cuartas partes de la población subsistían con trabajos
agropecuarios. Principalmente estaba basada en el autoconsumo y no en la
comercialización de los productos obtenidos, puesto que además la
productividad era muy baja. Las ciudades eran pocas, pequeñas y poco
desarrolladas. Hay que recordar que el régimen de gobierno de estas
sociedades eran las monarquías absolutistas, en las que todo, incluyendo
las personas, se consideraban una propiedad del rey.
Origen y nacimiento de la Revolución Industrial: Nace
en Gran Bretaña a mediados del siglo XVIII. Fue posible por la
existencia de una monarquía liberal y no absolutista, que consiguió
evitar el panorama de revoluciones que se estaban extendiendo en otros
países. Gran Bretaña quedó libre de guerras, ya que aunque estuvo
involucrada en algunas, no se desarrollaron en su territorio. A esto se
unió una moneda estable y un sistema bancario bien organizado. El Banco
de Inglaterra se fundó en 1694.
Principales características: Se produce un cambio
rápido y en profundidad que afecta a todas las estructuras de la
sociedad. Los cambios serán tecnológicos, socioeconómicos y culturales.
Los tecnológicos irán desde el uso de nuevos materiales como el acero a
fuentes energéticas como el carbón y máquinas motrices como la máquina
de vapor, considerada como el motor inicial de la Revolución Industrial.
Aparecen las máquinas de hilar y tejer, que consiguen aumentar
rápidamente la producción con poco personal. Surgen técnicas para el
desarrollo del trabajo y la especialización de la mano de obra. El
transporte se desarrolla tanto por trenes como por barcos, lo que junto
con otros inventos harán crecer el papel de la industria y el comercio.
Los cambios culturales se plasmarán en un
impresionante aumento de los conocimientos en todas las ramas, tanto
científicas como técnicas y sanitarias. Los cambios sociales más
notables derivan del crecimiento de las ciudades y el consiguiente éxodo
en zonas rurales. Al mismo tiempo se produce un fuerte aumento
demográfico, como consecuencia de la elevada natalidad y el descenso de
la mortalidad catastrófica (gracias a avances sanitarios, como las
vacunas, y a una mejor alimentación de la población). Esto provocará que
la población europea se multiplique en pocos años.
Al tiempo que se desarrolla una clase burguesa, el
éxodo de población rural hacia las ciudades (la revolución agrícola
disminuyó las necesidades de mano de obra en el campo) da lugar a la
aparición de una nueva clase trabajadora que se agrupa en suburbios
cercanos a las fábricas, a partir de los barracones en los que viven los
obreros. Las condiciones de vida de estos empleados son penosas,
tanto en las fábricas donde trabajan como en los suburbios en los que
habitan. En las fábricas encontrarán humedad, poca ventilación, ninguna
seguridad laboral y jornadas que superan las doce horas diarias, siete
días a la semana. En los suburbios superpoblados y sucios son víctimas
de epidemias de fácil propagación. La cantidad de personas afectadas por
estas condiciones les lleva a organizarse para la defensa de sus
intereses y aparecen los movimientos obreros de protesta.
Consecuencias de la Revolución Industrial: En
principio la Revolución industrial produjo un cambio radical en todos
los ámbitos de la sociedad inglesa y, más tarde, del resto de las
sociedades europeas, creando un nuevo modelo de vida. El desarrollo
industrial y minero, el aumento de la productividad, el crecimiento de
las ciudades y la mejora del comercio nacional e internacional
contribuiran a un gran crecimiento demográfico debido al aumento de la
natalidad y de la esperanza de vida. La revolución industrial en España
fue mucho más tardía que en el resto de Europa. España seguía inmersa en
un mundo rural en el que los cambios fueron mínimos. Las malas
comunicaciones, tanto interiores como con Europa, acentuaron el retraso.
Los talleres seguían siendo artesanales y la producción se
especializaba por zonas dependiendo de los recursos disponibles.
La revolución industrial fuera de Europa: En Estados
Unidos comenzó al terminar la guerra civil, a finales del siglo XIX.
Estados Unidos había alcanzado a Gran Bretaña en potencial industrial y
tenía un mercado interior muy dinámico en un extenso territorio. La
construcción de la red de ferrocarriles permitió la colonización del
Oeste, y la industrialización se basó en la aplicación temprana de las
innovaciones tecnológicas y una fuerte concentración empresarial. En
Japón la industrialización comenzó por la actividad textil. Las
características principales fueron el patrocinio del Estado en la
construcción de ferrocarriles y bancos, la existencia de una mano de
obra barata y disciplinada, fácil adaptación a la tecnología occidental y
grandes grupos industriales muy competitivos orientados a la
exportación. Este periodo fue denominado como Era Meiji o Era de la Luz:
Japón se había convertido en una gran potencia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario